Cuando se defiende un árbol no se defiende la estética, sino la experiencia Luz María
Llegamos al humedal Córdoba con el propósito de conocerlo, pero además de identificar cuál es la dinámica que se vive en este espacio y alrededor del mismo.
El inicio de la jornada fue disruptivo. El grupo esperaba tener una charla bajo la sombra de una carpa y en la comodidad de las sillas. Pero, para Luz María, vecina del humedal, este espacio no era el más adecuado para introducir al grupo en la historia de los conflictos y procesos comunitarios en torno al humedal. Entonces nos invitó a caminar y tratar de conocer a través de la experiencia. Sabíamos que nos encontraríamos con los residentes del sector, que participan en su conservación. Sin embargo, la experiencia con nuestra guía nos sumergió en el mundo de las metáforas.
Nos condujo hasta el Abuelo caucho, un viejo y prestigioso árbol en donde nos narró los procesos de participación activa de la comunidad en defensa del humedal.
Desde este lugar nos explicó que la relación que existe entre el ecosistema del humedal y la comunidad aledaña es un vínculo directo tras los primeros pasos para la protección del ecosistema frente a las pretensiones de la administración de turno encabezada por Enrique Peñalosa Londoño quienes vieron en los humedales la oportunidad de convertirlos en parques con ciclo rutas principalmente. En el humedal de Córdoba se pretendía construir una gran ciclo ruta junto al cuerpo de agua al igual que andenes y otros escenarios para el esparcimiento. Sin embargo, la comunidad de la época empezó a organizarse frente a este tipo de pretensiones de la administración distrital. Luz María explica que se tomó la decisión de realizar una acción popular y tras dos años de analizar el proyecto por parte del Comité Ambiental de la JAC de Niza Antigua con la EAAB y el DAMA, se comprobó que desconocía toda la legislación ambiental vigente, incluso, el Tratado Internacional de Humedales RAMSAR y el de Diversidad Biológica. El proyecto, en los términos propuestos, era completamente ilegal. Por esta razón, no quedó otro camino ante la negativa del Distrito de mejorar y corregir el proyecto, que interponer una Acción Popular contra la EAAB, el DAMA y la Alcaldía Mayor de Bogotá por el desconocimiento de los siguientes derechos colectivos consagrados en la Constitución de 1991 explícitos a continuación:
1. A la existencia del equilibrio ecológico y el manejo y aprovechamiento racional
de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución.
2. La conservación de las especies animales y vegetales.
3. La protección de áreas de importancia ecológica.
Y de esta forma nos explicó cómo el humedal se ha convertido en su maestro. La defensa de este humedal se ha logrado desde la participación de profesionales de distintas disciplinas que residen en el sector y que se han comprometido a defender un espacio que les permite mantener el contacto con la naturaleza y hacer parte de esta. Es así como se nos plantea el interrogante ¿cuál es la función de los senos? Y aunque fueron diversos los pensamientos que cada uno tuvo; Luz María se refería al sostenimiento de la vida. Y así como los senos le permiten a la madre amamantar a su bebé, para que obtenga los nutrientes que requiere y crezca sano, el humedal permite el sostenimiento de la vida, y no solo de nuestra especie, sino también de una gran diversidad de organismos.
Luz María lanza otras preguntas, ¿por qué las raíces del “abuelo caucho” son tan grandes y prominentes?, ¿cuál es la misión de los abuelos en nuestra familia?, todo esto para demostrar cómo el árbol más anciano del humedal cuida y protege a sus árboles nietos a través de la comunicación entre sus raíces. Esta comunicación química permite a los árboles distinguir entre los que son sus parientes directos y los que no. Cuando un árbol es amenazado por una plaga o un animal herbívoro, lanza una señal a los demás para que produzcan una barrera tóxica para protegerse y pues esta misión tan importante solo la podía cumplir el “abuelo caucho”.
La intervención de la comunidad en este proceso de mantenimiento del humedal ha sido radical; ya que, gracias a unir fuerzas de biólogos, ingenieros y un sinfín de profesionales y vecinos del sector, se tomó la decisión de traer agua de los cerros orientales para permitir que esta fluya dentro del humedal y ayude al crecimiento de la biodiversidad, en especial de las aves quienes con su canto y presencia animan a los vecinos del sector a seguir luchando por este lugar de conservación.
Cuenta Luz María que cada organismo que habita el Humedal cumple una función importante para el sostenimiento de la vida.
Textos: estudiantes curso MPPID Diana Morales, Angie Montañez, Fabián Hernández, Iván Rodríguez, Hanner Ramírez, Luz Mila Cañón.
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